El Centre Internacional de Fotografia Toni Catany acoge hoy un ‘tast’ del documental ‘Compàs de silenci’

Durante 40 años, el fotógrafo Jean Marie del Moral ha conseguido retratar a Miquel Barceló en su «cueva creativa», pasando por sus diferentes talleres, de París o Farrutx, pero también acompañándole en sus múltiples viajes a París, Malo o Vietri, entre otros destinos. «Es una relación de amistad silenciosa, íntima, pero no en el sentido morboso, sino de quien acompaña, de quien está ahí presente», destaca Cesc Mulet, que se ha convertido durante dos años en la «sombra» de Del Moral para atrapar esa mágica complicidad y convertirla en el documental Compàs de silenci.
La cinta está producida por La Perifèrica y Allegra Films en coproducción con 3CAT e IB3 y cuenta con el apoyo del Institut d’Indústries Culturals de les Illes Balears (ICIB) y el Institut Català (ICEC). Este viernes por la tarde, a las 19.30 horas, el Centre Internacional de Fotografia Toni Catany de Llucmajor acogerá un «tast» del documental –que está previsto que se estrene en mayo o junio–, además de un coloquio con Mulet y Del Moral. Asimismo, se inaugurará una «expansión» de la muestra Toni Catany, retrats i ceràmiques de Miquel Barceló, con un conjunto de retratos de Barceló hechos por Del Moral y que forman parte de su colección y de una donación del fotógrafo a la Fundació Toni Catany.
«El título Compàs de silenci procede de ese círculo silencioso porque, como dice Jean Marie en el documental, las fotos tienen que reflejar un misterio y, a la vez, sugerir cosas. Siempre me ha apasionado la fotografía y creo que hay más historias en una foto, que es algo congelado y parado, que dentro de una secuencia audiovisual. De hecho, uno de mis proyectos, que probablemente nunca llevaré a cabo, es una película basada en fotografías», razona.
De esta manera, el reto, al que también se enfrentó con las películas sobre Josep Planas i Montanyà o Toni Catany, como el propio director reconoce, es encontrar el «ritmo». «El secreto o el mecanismo del cine es el ritmo, la música, la palabra. No me cansaré de repetir que la lucha de un documentalista reside en el contraste entre información y emoción. En mi caso, la emoción siempre gana a la información», sentencia. «Compàs de silenci se aferra a la intimidad de Jean Marie con Miquel, me convierto en la sombra del fotógrafo, igual que él lo hizo con el artista», compara.
Silencio
Para ello, Mulet no se ha servido de una voz en off, sino que ha acompañado en silencio y sin atisbo de vanidad el proceso de creación y de trabajo de Del Moral. «Aprovechamos todas las ocasiones que pudimos para grabar: su intervención en el festival Formentera Fotogràfica en 2022, llamadas telefónicas con algún comisario de arte, la sesión que realizaron con motivo del 200 aniversario del Museo del Prado o las que llevaron a cabo en los talleres de Barceló, en Farrrutx o Vilafranca, donde veíamos a Miquel pintar y a Jean Marie fotografiándole. Es así como hemos podido captar esa magia que ocurre en la cueva. Porque es mágico que Miquel deje entrar a Jean Marie en su sancta sanctorum. Es una joya, es una explosión maravillosa. Y lo más increíble es que, aunque haya entrado mil veces en su taller, Jean Marie tiene la mirada de como si lo hiciera por primera vez. Tras filmar eso, necesitábamos un tiempo para digerir el encantamiento», cuenta. «Simplemente queríamos estar allí, algo que me maravilla y espero que el espectador comparta. Porque hemos entrado en la cueva creativa de Miquel Barceló, pero es que el espectador también lo hará», asegura.
«Durante unos días fuimos a grabar a casa de Jean Marie en Ses Salines. Llovía. Hay una secuencia en la que él está esperando en el porche, contemplando cómo llueve en el jardín. Nada más. Hay momentos en los que no pasa nada, pero estoy con él, acompañándole. Hay otro, por ejemplo, en los que está lavando unos cubiertos en la cocina, hablando de una fotografía icónica de Robert Capa de la Guerra Civil. No quería limitarme a preguntar por sus referentes o que compartiera algunas anécdotas. Todo fluye de manera orgánica. No hay nada forzado», insiste. Si como declara Jean Marie del Moral la fotografía consiste en dejar un testimonio, ahora, gracias a Mulet, ese testimonio cobra una nueva dimensión, cinematográfica, convergiendo así la magia de la pintura, la fotografía y el cine.
Clara Ferrer – Ultima Hora
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