Mallorca 1983. Signos en la arena

Título: Mallorca 1983. Signes en la arena

Duración: 61 min

Año: 2024

Género: Documental

VO: Catalán y castellano

Calificación: Todos los públicos

Mallorca 1983. Signes a l’arena

Dirección: Pinxo

Guión: Victòria Perelló, Pinxo, Cesc Mulet

Producción: Núria Cano

Cámara y dirección de fotografía: Jaume Caldentey

2º operador cámera: Jordi Pol / Ángel García

Mallorca 1983. Signes a l’arena

Juan A. Forés «Pinxo» de MallorcaNochentas, y Cesc Mulet, de La Perifèrica Produccions, firman una cinta centrada en la explosión de libertad y creatividad que sacudió Mallorca.

Las sombras, los grises, el miedo… Y de repente, en los años 80 vaticinan el cambio colorido que acaba con cualquier asfixia.

El ansia de libertad y la creatividad sin frenos de una generación permitió que, a principios de esta década, se creara en varios puntos de la geografía española un movimiento cultural que llenaría bares, crearía escuela y teñiría de color todo lo que antes era blanco y negro.

La Movida se germinó en Madrid, pero rompió la barrera de la insularidad para instaurarse también en Mallorca, donde en 1983 empezó una auténtica revolución artística.

Coincidiendo con el 40 aniversario del primer Concurso Pop Rock del Ayuntamiento de Palma, momento clave en este fenómeno, protagonistas locales y nacionales recuerdan lo que supuso para futuras generaciones la Nueva Ola en la isla.

Mallorca 1983. Signes a l’arena

‘Mallorca 1983. Signos en la arena’ es un documental centrado en la explosión de libertad y creatividad, la revolución cultural y musical que sacudió la isla

El documental rescata del pasado zonas de Palma que marcaron época y tendencia, como las de Drassanes, Gomila y Es Jonquet, donde multitud de bares se convirtieron en puntos de reunión de escritores, músicos, artistas, pintores, activistas y público por lo general. Si la música fue «el núcleo principal de la Movida», ocupando la cara A de aquella gran historia, las drogas y el sida se erigieron en protagonistas de la otra cara, la B, también salpicada por el golpe de Estado del 23-F y un paro galopante. «Todo era nuevo y había muy poca información y muchas ganas de descubrir cosas».